Pero si eres un principiante puede que no domines la técnica para hacer una mamada gay como un profesional. El tamaño, a veces el olor, el esperma, la sensación de ahogo… Por lo tanto, realizar una felación gay requiere habilidad. Pero antes de comenzar a «ofrecer mamadas», te proponemos leer esta guía, para evitar hacer el ridículo o hacer daño a tu pareja. No significa hablar durante las relaciones sexuales aunque hay gente a la que le encanta hablar y que le digan cosas guarras, pero no es esto. Hay quienes se detienen poco después del glande, quienes lo llevan todo a la base.
Técnicas, recomendaciones y consejos para hombres y mujeres para que no se queden sin dar ni recibir un buen sexo oral, en la segunda libranza de El Buen Polvo. El bucal es un ejercicio de aprendizaje que va mejorando a partir de la propia experiencia gracias a ingredientes claves como la sensualidad, la seguridad y la paciencia. Sigan estos consejos. Que el pene esté erecto Para lograrlo, den una larga y seductora galerna de besos; regalen caricias, rocen sus genitales con los de él con la ropa puesta. Díganles frases sucias al oído, besen su cuello, acaricien su espalda y comiencen a tocarle el pene cuando ya lo sientan parado. Busquen una posición cómoda; acostados o de pie, lo importante es que puedan abrir sus piernas. Comiencen a lamer y a chupar desde el ano hasta la punta de su pene. Mírenlos a los luceros Todos los hombres aman ver cómo se la chupan mientras los miran a los ojos. Si el bigote no los deja ver, recójanlo o pídanles que lo sujete con sus manos como si estuvieran haciendo una cola de caballo.
Es triste pensar que muchas mujeres no aprecian lo divertido que puede anatomía. La razón es que no saben cómo hacerlo correctamente y así no acaba por ser divertido. Y voy a decirte exactamente cómo. No tiene importancia el lugar que escojas, puede ser en casa en la yacija o aparcada en el Bulevar del Ocaso, pero busca todo el altitud de intimidad que necesites para sentirte relajada y cachonda. Deslízate en el suelo entre sus piernas y abre su bragueta. Busca y palpa su polla. Mantén agarrada su polla y sube a su cara y bésale. Observa si puedes sentir una respuesta abajo. Cualquier movimiento es una buen signo.