El hijo de ambos Eric tenia 10 años era un niño muy adorable e inteligente, quería mucho a sus padres sobretodo a su madre, pero era muy imperativo, su madre se estaba cansando de que no se cansara y que solo jugara todo el tiempo y que no la dejara descansar. Melissa solo se puso roja de la vergüenza, mientras veía a un chico obeso con ojeras en los ojos creo que utiliza varios de los medicamentosel tipo solo sonrio y fue a buscar las pastillas, cuando volvió traía dos frascos de color amarillos, con pastillas blancas. Emily tomo unas etiquetas y escribió los nombre de las pastillas sin ver cual frasco era se las pego y se las entrego a Melissa, quien pago y se fue. Melissa se asomo por la puerta y vio como su hijo estaba acostado en su cama con una erección, viendo porno en su televisor. A Melissa no le sorprendió el vídeo, si no el pene de su hijo…era grande y grueso, ella estaba segura que era mas grande que el de su esposo, juraba que debía tener unos 32 cm de largo, era enorme para un niño de 10 años, Eric se la jalaba de forma torpe y ridícula.
Lo ha elegido porque no quiere que nadie lo reconozca. Y se oculta por los problemas que puede adeudar en su casa. Durante la average hora que mantenemos de conversación, casi siempre se refiere a sus padres como sus progenitores. Es una forma de poner distancia con aquellas personas que le han dado la biografía, pero que se niegan a captar su condición de transexual. Dice que la mayoría de las veces ocurre así. Es muy difícil encontrar a alguien que tenga apoyo de su familia», asegura. Por eso, quiere contar su caso y denunciar este tipo de situaciones a la que se enfrentan los transexuales. Quiere levantar la voz, aunque no pueda quitarse la capucha. Con la femenina, que es con la que nació, sabe que no.
Los primeros libros que yo leí cuando era chica eran Colmillo Blanco, El libro de la selva, Bajo las lilas y Jerry de las islas, todos protagonizados por animales. Es una astucia literaria. Sí, el primero. Sobre ese cuento, aprovecho para preguntarle por la relación con sus padres y la literatura. Lo hacía así Yo tenía 3 años, y ya sabía hacer todas esas cosas, reconocía las letras. Así es. Ella se ponía a leer a mi lado, iba con la uña, señalaba lo que iba leyendo y la lectura entró como inconscientemente. Ella me acompañaba a leerlos.