El problema viene cuando no existe ni esa unión ni esa confianza. No te da juego La complicidad es la base de las relaciones; un mundo de juegos, ideas y bromas que se van construyendo con el tiempo y que solo comparten esas dos personas. Si notas que de todas las frases pícaras que le sueltas el no te devuelve ninguna puede ser que no sea lo suficientemente avispado como para entenderlas, pero no es lo normal. Si un hombre no te intenta alargar las conversaciones, sacar nuevas bromas o seguirte el juego es que seguramente pasa de ti.
Puede ser que en unas conferencias en otra ciudad a las que acudiste por temas de trabajo, o durante unas vacaciones lejos de tu apartamento, te cruzaras con un chico que te llamó la atención. Pero, hay un problema: la distancia. Es posible que desconozcas los pilares fundamentales de este tipo de relaciones. Sin lugar a dudas, una de las claves es la comunicación. Sinceridad ante todo Para que ese amor crezca y gane fuerza, sé sincera con él siempre. Estas pequeñas muestras de cariño se pueden realizar perfectamente a agonía de que estés lejos de tu pareja.
Obvio: no caerse. Como en todo lo humano, siempre hay excepciones. Sin bloqueo, por lo general es una actitud que habla de dificultades con individuo mismo, dependencias y deseos de escapada. Las circunstancias cambian a una aceleración superior y la noción del tiempo también se ha trasformado. Pero de ahí a saltar de una relación a otra hay un gran acantilado. Y si no lo genera, es probable que no fuese una relación significativa.