WhatsApp A veces los lectores de cómic americano podemos ser bastante recalcitrantes. No solemos tolerar bien los cambios, lo cual se hace evidente cada vez que alguien osa modificar nuestra bienamada continuidad o cada vez que nuestro héroe favorito cambia de traje. Nuestra situación ideal es el inmovilismo, donde las cosas cambian sólo para volver a ser iguales que antes… por no decir iguales que siempre. En realidad no nos gusta el cambio, sino la ilusión de cambio, que no es lo mismo. También nuestro campo, el de los cómics, ha sido desde sus orígenes un mundo sexista, donde los hombres han predominado siempre entre los autores, los editores y, por supuesto, los lectores. Los cómics de superhéroes eran hechos por hombres y para hombres y, si bien es cierto que siempre ha habido mujeres tanto entre las filas de autores y editores como entre las de los lectores, se consideraban excepciones que confirmaban la regla.
Te enseñamos cómo detectarlo en unos sencillos pasos. En una de mis favoritas, Ronin, hay una frase que viene «al pelo» para este artículo. Jean Reno le pregunta a Robert de Niro cómo sabía que les iban a tender una emboscada. Siempre que hay dinero, o bienes, de por medio, cabe la posibilidad de anatomía víctima de una estafa. Es mejor estar alerta y seguir algunos consejos. Este timo cuenta con su traducción inversa: un «comprador» se pone en contacto con nosotros interesado por el anuncio en el que vendemos nuestro vehículo.
A todas las vegüenzas. Esto todavía argumenta. Que las mujeres tienen un ambiente seguro y acogedor en el que puedan buceador su propia sexualidad. Para gustos.