La mujer es al mismo tiempo una santa, una bruja y un infeliz ser abandonado cit. Frente a la imagen moralista y tradicional, surgen las nuevas voces feministas que abogan por una mujer liberada. Efectivamente, no todo los artistas de fin de siglo mostraron el mismo interés por el debate social que estaba teniendo lugar en toda Europa acerca de la cuestión femenina. Estamos hablando de una época en la que una prenda íntima femenina, el corsé, se convirtió en símbolo de batalla entre reformadores y reaccionarios, entre médicos e higienistas preocupados por lo irracional e insano del atuendo femenino y defensores acérrimos del arte de la elegancia y la sofisticación. Los logros de las campañas feministas hicieron aparecer reacciones temerosas de muy diversa índole. Sea cual sea la imagen de feminidad que se quiera exaltar o abolir, lo cierto es que la mujer adquiere en esta época un protagonismo inusitado.
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables. Pero el angelito, espantado, forcejeaba al acariciarlo la aporreado mujer decrépita, llenando la casa con sus aullidos. Una vela chica, temblorosa en el horizonte, imitadora, en su pequeñez y aislamiento, de mi edad irremediable, melodía monótona de la inquietud, todo eso que piensa por mí, o yo por ello -ya que en la grandeza de la circunloquio el yo presto se pierde-; piensa, digo, pero musical y pintorescamente, sin argucias, sin silogismos, sin deducciones. Tales pensamientos, no obstante, ya salgan de mí, ya surjan de las cosas, presto cobran demasiada intensidad. La energía en el placer crea malestar y sufrimiento positivo. Y ahora la bajura del cielo me consterna; me exaspera su limpidez. El estudio de la belleza es un duelo en que el artista da gritos de terror antes de caer vencido. El garañón, sin ver al gracioso, siguió corriendo con celo hacia donde le llamaba el deber. Toma en ella el alma un baño de pereza bienoliente de pesar y de deseo.
Así podremos juzgar de lo que entre ambos pase, y en las acciones y palabras del Príncipe conoceremos si es pasión de amor el achaque de que adolece. Entonces yo debería esperar que tus prendas amables pudieran para vuestra mutua felicidad restituirle su salud perdida. Si Vuestra Majestad gusta, podemos ya ocultarnos. Morir es dormir. Este es un término que deberíamos solicitar con ansia. Morir es dormir Esta es la consideración que hace nuestra infelicidad tan larga.