Imprimir Enviar por correo Un miembro del equipo de El Comidista participa en una clase de cocina para solteros que quieren dejar de serlo. Sospecha, intriga, dolor de barriga. Thompson de la seducción. Mi plan es sencillo y sin fisuras: no voy a mentir en los datos que daré sobre mí misma —estoy de paso en Madrid, estoy soltera y soy periodista—, pero me reservaré lo del reportaje para no coaccionar a nadie. Creo que en el periodismo, como en el ligoteo, hay que ir sin ideas preconcebidas, pero todos tenemos una historia personal y unos sesgos que nos condicionan a la hora de escribir o a la de relacionarnos. Y aquí radica el problema: aunque en mi entorno inmediato hay varias parejas que se han conocido por internet, hasta el momento mi experiencia en las citas 2. Mis amigos encuentran este dilema deontológico-sentimental graciosísimo. Duermo fatal esa noche. Amanece, que no es poco.
Es una aplicación para ligar. La había visto una vez en una fiesta. Me dio envidia el tipo que me la enseñó, pues con el dedo pulgar iba descartando o eligiendo chicas como si tuviera un gineceo en las manos. Era cruel e indoloro. Yo también quería tener un harén en las manos y por eso me instalé el Tinder, para disfrutar de la crueldad indolora de la tecnología. Un 'smartphone' no es precisamente complicado. Te bajas una laboriosidad para ligar casi sin querer. Pablo, digamos, 42 años, hombre que búsqueda mujeres.
Alcance de conocer que no pasaste desapercibido, que pudiste desahogarte, que te reíste abundante. Si seguís haciendo. Listas tan largas no te va a alcanzar el tiempo para estar con el Tano. Jajaja, PAC. Antiguamente del Tano. Sharon Borgstrom. Y Cloé Karagozlu escriben juntas desde hace abriles.